En este artículo vamos a explicar de
una manera breve cuales son las más Altas Deidades de nuestra religión. Es este
el punto de partida para comenzar a conocer de manera más profunda el Panteón
Íbero. Un viaje que dará a conocer también nuestra visión cosmogónica del
mundo, nuestra base espiritual y cómo la Divinidad está presente a nuestro
alrededor en cada momento de nuestras vidas.
Las principales deidades del Panteón del Culto Íbero se
corresponden con la Tríada de dioses más arcaicos de las antiguas religiones
del mundo mediterráneo. Aunque a veces con notables diferencias en denominación
y formas de liturgia, los arquetipos subyacentes son los mismos en estas
culturas, de ahí que en muchos casos se piense que en algunas zonas íberas se
veneraban dioses de otras culturas, cuando realmente lo que ocurría era que se
adoptaban imágenes, figuras o variantes litúrgicas de las deidades foráneas.
Esta Tríada está compuesta por tres
deidades que se corresponden con los Tres Principios de la Cosmogonía. En
nuestro Culto, Los Más Altos Dioses son:
ÉL
[o]: Es el Dios Supremo. Se trata
del concepto del Todo Universal, aquello de lo que todo lo que existe surge. No
es una deidad de género, está por encima de lo femenino y de lo masculino. Es
el Todo y también la Nada que está presente en Todo.
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Bicha de Balazote (M.A.N.) |
También aparece nombrado en íbero como O [o] y OS [os]
(Él y Aquél), también aparece como El UNO (EN [en]
o UN [un]). En otras culturas mediterráneas
recibió los nombres de Anu, Il,
o Dagnu, variando sus formas de culto. Estamos
ante el Ser Superior que la mayor parte de las antiguas religiones reconocían
como origen de sus respectivas cosmogonías. Para nosotros, los Íberos, tal vez
la figura que mejor se pudiera sincretizar sería la del Dios Kaos griego, entendiéndolo
en su concepto original como “la Nada que Todo lo llena”, a partir de la cual
se genera el Universo. Es curioso ver cómo la ciencia terminó por dar por bueno
este concepto, para nosotros Dios, a través de la Teoría del Big Bang.
Recibe los epítetos de Padre de todos los Dioses, Padre de
la raza humana y de todas las criaturas, Altísimo, Creador, Bondadoso. Algunas
culturas lo idealizaron en esculturas como un toro a veces alado, a veces con cabeza humana o inluso de ambas maneras. Es posible que
representaciones en nuestra península tales como la Bicha de Balazote, se
correspondan con representaciones de Nuestro Supremo Dios.
BAL
[B]: También BAAL o BEL,
hijo de EL, Señor y Esposo de la Diosa Madre. Recoge en su arquetipo los
atributos de Dios Solar, agrícola y marino, Fuerza Fecundadora que nace y muere
todos los años, Dios oracular y protector de las ciudades, Señor del Rayo y del
Trueno, de los animales salvajes y protector de guerreros. Existen pocas
variaciones con respecto a los dioses solares de otras culturas mediterráneas.
Tanto es así, que el mismo dios griego Zeus, mucho antes de ser llamado así,
fue denominado BA en la hélade arcaica.
Como Hijo de ÉL, recoge los
atributos masculinos, regenta al resto de Dioses junto a GA su esposa y Madre
de Todos los Dioses. Es el Dios Multiforme, ya que de sus atributos surgen las
diferentes advocaciones del resto de Dioses de género masculino (por ejemplo,
como Señor del Rayo y del Trueno lo conocemos bajo el nombre del Dios Candamio,
como Dios de los campos, con el nombre de Silvano).
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Dama de Cehegín |
GA
[T]: Diosa Madre, también
llamada en nuestras tierras MA o TA, entre los griegos GEA y en la religión
romana Tellus Mater. La de amplio Pecho, Madre de los Dioses y esposa de BAL,
Esencia de Toda Simiente, Nutricia y Dadora de vida, de la que todo surge y a
la que todo vuelve. Es la divinización de La Tierra, arquetipo del género femenino,
de la fecundidad.
Se la representa de múltiples
maneras, la más arcaica en forma de piedra antropomorfa con ligeros rasgos
humanos (ponemos el ejemplo hallado en Puente Tablas y otras tantas esculturas
antropomorfas femeninas halladas a lo largo de la geografía íbera). Es posible
hallar vestigios de culto a GA bajo diferentes formas foráneas, ya que el
arquetipo es prácticamente igual en todo el Mediterráneo, por lo que para su
devoción se pudieron (y se puede) usar figuras representativas de Tanit, Démeter,
Ishtar, Isis o Astarté.
Actualmente la imaginería pagana es
bastante rica en cuestión de representaciones de Diosas Madre, con lo que
encontrar una imagen que pueda usarse para la representación de Nuestra Más
Alta Diosa no supone ningún problema. Incluso se utilizan para ello reproducciones
de las Damas Ibéricas (Elche, Baza, etc.) ya que presuponemos que son
representaciones de Altas Sacerdotisas Íberas, que en sus modos intentaban
emular la belleza de nuestra Gran Madre.
Basten estas líneas como
introducción a nuestro Panteón. Confiamos que haya sido suficiente para que los
neófitos se puedan hacer una pequeña composición de lugar acerca de nuestros
Dioses. En posteriores entradas iremos elaborando los “perfiles” de nuestras
Deidades, teonímias, sincretismos, atributos, etc. Esperamos que os haya sido
de provecho esta información.
ule