GA, la Madre Tierra, Diosa Fecunda y
dadora de vida. Ya sabemos que a lo largo y ancho de
nuestro
Mediterraneo ha tenido muchos nombres (Gea, Hékate, Isis, Ishtar,
etc) y diversas formas de culto. Hoy os queremos hablar de una
advocación muy particular, ya que se trata de una diosa tartesio-íbera con
gran aceptación a través del tiempo y de los pueblos que llegaron
hasta nuestras costas.

Hay un fenómeno natural, ocasional
pero fantástico y digno de ver, asociado a esta divinidad y
precisamente a las costas malagueñas. No siempre, pero algunos años,
llegan hasta las costas millares de pequeños animales, como
luciérnagas marinas, que hacen brillar el mar de manera que las
antiguas gentes debieron suponer que se trataba de alguna señal de
la Diosa. Se trata de la Noctiluca Scintillans o Chispa de mar.
Según los antiguos historiadores
existían al menos tres enclaves muy importantes en Iberia donde la
veneracióna Malac Noctiluca era de especial relevancia. Estos eran
Málaga, lo que hoy sería la aldea de El Rocío en Huelva y
Villaricos, en Almería.
Noctiluca, La que Resplandece, Divina
Luz Nocturna que guías nuestros caminos, Gran Madre a la que
adoramos a través de la Luna y de sus fases, te damos gracias por
organizar los ciclos vitales, los agrarios y las mareas, por romper
la oscuridad e inundarnos con tu Luz.
Como veis, da igual los siglos que
pasen, seguimos adorando a nuestras diosas.