domingo, 17 de diciembre de 2017

Simbolismo espiritual del Advenimiento de Bel (solsticio de invierno)





Ríos de tinta han corrido y correrán acerca del significado y origen de esta celebración. Por nuestra parte, ya hablamos de ello en una entrada de nuestro blog (artículo). Sin embargo, tras cada celebración existe un simbolismo espiritual que, dependiendo de la zona de Iberia, varía en algunos aspectos. Las tradiciones Celtas y Celtíberas son las más ampliamente difundidas y por ello las más conocidas en el entorno del paganismo de nuestra Península Ibérica, por ello, en esta ocasión explicaremos someramente cual es el simbolismo de esta festividad en el ámbito de nuestras tradiciones tartesio-íberas.

Bel (Vl), Bal (Bl),Lug (luFs) o Ba (B) son los nombres más difundidos entre nosotros para denominar a nuestro Más Alto Dios en su faceta de Dios-Sol, Fuerza Fecunda que irradia del Sagrado Astro, Luz que vence a la Oscuridad. También usamos otros teónimos (por ejemplo Kandamios -KnTMios- o Baelisto -BelisW- ), aunque en menor medida, pero seguimos siempre hablando del Joven Toro, del Dios que cruza los cielos sobre un carro tirado por níveos equinos, portando en su mano el Sagrado Astro, para alumbrar nuestras vidas.
El día del solsticio de invierno, celebramos en nuestras tradiciones Tartesio-íberas su Advenimiento, el momento en el que nuestro Más Alto Dios-Sol permanece muerto durante tres días en el cielo, para renacer y comenzar a ganar terreno a la oscuridad. Es el día más corto, se da la noche más larga, lo cual se celebra en multitud de tradiciones y de muchas maneras, aunque el trasfondo divino sigue siendo el mismo. La noche del Advenimiento, más allá de aquello relacionado con las premisas más obvias a nivel astronómico y agrícola, está repleta para nosotros de un simbolismo muy especial, siendo junto a la Llamada a la Diosa T y al solsticio de verano una de las festividades más importantes.

Es el día más propicio para honrar a Vl haciendole llegar nuestras plegarias, puesto que su representación física más patente se encuentra en su momento más cercano a nuestro horizonte. Junto a él, el resto de las deidades de nuestros Panteones se encuentran más atentas a las oraciones que emanan de los fuegos de nuestros altares, de nuestras ofrendas. Hablamos de que el Advenimiento es una Puerta a los Dioses, el mejor momento para ser iniciados en sus Misterios y de consagrar nuestras herramientas rituales, de reflexión interna sobre lo conseguido en los meses que ya han caído, un verdadero momento de renacimiento espiritual. Acabamos de recoger en nuestros campos las últimas cosechas, a Betatun (VTQn) damos gracias por ellas, y nos disponemos a comenzar los preparativos para la siembra del año venidero. Vl muere y renace en los cielos, enseñándonos el camino de la Iluminación interior, ganando luz a la oscuridad como nosotros deberemos hacerlo también. Renacer es morir, y morir es la inmovilidad del Eterno Movimiento, de la Rueda Mágica que rige el mundo, el ius, que implica lo infinito dentro de un mundo finito, tanto a nivel físico como espiritual. 

El Advenimiento recoge el pasado en el futuro, siendo el presente un momento fugaz en el que debemos ser capaces de transformar nuestras costumbres pasadas en herramientas del cambio para un mañana más cercano a los Dioses de Iberia. Ser escuchados por los Dioses es más fácil durante los rituales del Advenimiento, puesto que los Dioses están más cerca y son más receptivos a nuestras plegarias, Honor y Gloria a Ellos. Es momento de ser escuchados, pero también de prepararnos para escuchar, de distinguir las señales que los Dioses disponen para guiar nuestros caminos a través de la Antigua Senda Ibera.

Es la época donde el Gran luFs comienza a acrecentar su fuerza, día a día, con esfuerzo y esperanza pues es sabedor que tras la Llamada a la Diosa T los campos se tornarán verdes, volverá la vida a inundar las tierras de Iberia y su luz lo llenará todo, al igual que en nuestro interior. Del mismo modo debemos actuar los Creyentes, comenzar a brillar con nuestra propia luz, despejando lo malo y ruín de nuestras vidas de una manera activa y consciente, buscando la plenitud espiritual en armonía con nuestros Dioses. Así, la persona Iniciada en los Misterios en estas fechas convendrá con el momento más oportuno para ello, comenzando su ciclo personal de renovación espiritual con el nuevo comienzo del ius y bajo la atenta mirada y regia mano de nuestros Dioses.
Tanto profanos como Iniciados  y Sacerdotes emprendemos esta marcha anual por el ius en la más larga de las noches, con el gélido aliento del invierno en nuestros rostros, compungidos y recogidos, pero con la certeza de que aquello que plantemos ahora en nuestros corazones dará sus frutos merced a la gracia de los Dioses de Iberia.


A ellos Honor y Gloria, no falten inciensos en los fuegos de nuestros altares ni libaciones a la Gran Madre, que los Sagrados Fuegos de Bel iluminen el cielo.
Que así sea - ar -

AiTn:anaBiEr