jueves, 15 de septiembre de 2016

Ritual



RITUAL DOMÉSTICO PARA EL EQUINOCCIO DE OTOÑO 2016.

El próximo día 22 en Culto Íbero celebramos el cambio de ciclo en la Sagrada Rueda de la Vida (ius). Dejamos el verano y entramos en el otoño. Es el fin de las cosechas, de la abundancia en los campos y del vívido calor. BEL, nuestro Más Alto Dios, Padre de los Dioses que reina sobre ellos, comienza a perder su fuerza estival y su potencia, se prepara para sucumbir ante el frio invierno y retornar al vientre de la Gran Madre, GA, Esencia de Toda Simiente, Generadora de Vida, Madre de Todos. En este día festejamos la abundancia que nos ha proporcionado la Diosa a lo largo de estos meses, es una fiesta dedicada a agradecer esta abundancia estival, la última cosecha y los frutos de Bokon.

Desde Culto Íbero hemos pensado en preparar una pequeña guía que ayude a los Creyentes y a aquellos que por primera vez se acercan hasta nosotros a celebrar esta festividad, ya sea como Creyentes solitarios o como Iniciados en compañía de otros. No te preocupes si no conoces el significado o el porqué de lo que leas, lo que es realmente importante es que lo hagas de corazón, esto es un acto entre tú y los Dioses. Al leer el texto verás frases enmarcadas y palabras en color rojo. Las frases enmarcadas son las oraciones, las palabras o frases en color rojo son para ser pronunciadas por el resto de asistentes a tu ritual, en caso de que lo celebres junto a más personas.

Esperamos que os sirva de ayuda.

 Preparación del ritual.

• Sal a pasear y recoge hojas recién caídas de los árboles, frutas de temporada y cereales. Si no encuentras, puedes comprarlos.
 • El día 16 habrá Luna Llena, ante ella haz una ofrenda a Noctiluca, La que brilla en la Noche, Luz Nocturna, Diosa de la Luna. Ofrécele una parte de lo que has traído, el resto debes dejarlo toda la noche bajo la luz de la luna para su sacralización y recogerlo por la mañana temprano.
 • Limpia bien los elementos de tu altar, y si no lo tienes, prepara uno para la ocasión.
 • Justo antes del ritual, recuerda que debes estar en estado de pureza, puedes aprovechar para darte un baño relajante. Si no tienes tiempo, ya sabes que basta con lavarse manos y cara.
 Ritual.

• Invocación:

salutatio
Adoptamos la postura de la Salutatio Ibérica (con el brazo derecho levantado desde el codo y
la palma de la mano hacia delante). Procedemos a invocar a GA, Madre de Todos:

 “ ¡Oh, GA! Madre de Todos,, Eterna Luz Sagrada, que de tu vientre nacen los Dioses y todo ser vivo.
GA, La de Amplio Pecho, Señora del Mar y de los Animales Domésticos, Madre Tierra que en tu Sagrado Equilibrio nos mantienes.
Mil veces nombrada por los hombres, Dadora de vida y Regente del Cielo Estrellado, escucha la oración de (tu nombre) que con la cabeza baja se presenta ante tí, que así sea.”

Procedemos a encender el fuego, velas o incienso. Adoptamos la posición de Orantes (con los brazos algo extendidos hacia delante y las manos vueltas hacia arriba).

• Oración:

 “¡Oh, ¡GA”, Diosa de la Vida, Madre Tierra, ¡las 80.000 (ochenta mil) Maravillas son tuyas!
¡Eterna Dadora de Vida!, para quienes en ti nos sostenemos cada instante es un presente que rebosa de infinitas bendiciones
orante
¡Vasta Hacedora del Universo! Tú formaste mis entrañas y en cada fibra de mi ser descubro tu más amorosa herencia, tu más sagrado legado
Diosa GA, Madre Tierra, en tu presencia no hay oscuridad que me cubra, ni sombras que me cieguen
Gran Madre, Esencia de Toda Simiente, ante tí anhelo ser la gota que se diluye en el Océano, la roca que la caricia del mar en incontable arena desmenuza, la huella que de la arena se esfuma bajo el sudario de espuma de la mar
Tu amor incondicional transforma en dulce miel la hiel de la vida, convierte en fértil huerta la tierra más baldía. Sosiegas nuestros temores, a nuestras mentes libras de agonía
Bajo tu protección, ¡Oh!, La Más Alta Diosa, A ningún problema temo. Tú eres la alta cumbre que de todo peligro me guarda
Madre inmortal, Diosa Eterna que a todos nos integra. Incapaz de forjar infiernos que quebranten a sus Hijos, bendícenos con tu bálsamo de paz, arrúllanos en la perpetua quietud de tu vientre universal y concíbenos en la impecable luz de tu vida eterna.
En las cosechas te damos gracias por tu amor infinito, que nos procura alimento y dicha para el oscuro invierno. En la hora en que el Esposo comienza a retornar a la oscuridad, cuando tu hija Ataecina desaparece en el inframundo y la tristeza se apodera de tu celeste figura, aquí permanecemos, ¡oh! Magna Madre, junto a ti en señal de devoción eterna.
Que así sea.

• Ofrenda:

Cogemos el bol con las ofrendas y sujetándolo con ambas manos lo presentamos ante el altar, profiriendo unas palabras de ofrecimiento.

“¡Oh, GA!, Madre de Todo cuanto Existe, Dadora de Vida, Espléndida Luz Celestial, ¡Acepta esta ofrenda de tus hijos pues esta es tu simiente, pues esta es nuestra comida, que así sea!”

Procedemos a comer de algunas de las frutas y el resto lo devolvemos al altar. Cogemos y ofrendamos las hojas y el cereal.

“Diosa GA, Madre de los venturosos y de los mortales hombres, Creadora absoluta, omnipotente, devastadora, Reverdeciente, fructífera, Acepta estos presentes en señal de nuestra gratitud, en señal de entendimiento de lo que es sagrado. Pues estas son las hojas que brotaron de tu vientre y a tu Sagrado vientre retornan. Este es el grano que de tus hierbas nació y por el que tus hierbas nacerán otro año, si tú les das tu amor y tu gracia ¡Oh Gran Señora! que oportunamente haces brotar hermosos frutos maduros, te agradecemos y honramos, te veneramos.”

A continuación, procedemos a recitar una oración en íbero:

“ ULE´S GE´M S´DARI EGI MU BA EGO ULE´S GE´M BAS GI IUMS IE RIN UIE “

 Finalizamos el ritual retirándonos dos pasos hacia atrás antes de irnos. Recuerda que las ofrendas deben dejarse en el altar hasta el día siguiente. Las hojas secas las puedes quemar durante otro ritual. Los cereales puedes guardarlos si piensas usarlos para plantar y si no, los puedes enterrar junto con la fruta.

Esperamos que este pequeño ejemplo pueda servir de guía para aquellas personas que practican nuestra religión en solitario. La labor de Culto Ibero, como organización, no es otra más que la de ayudar a los Creyentes en su práctica devocional, proporcionándoles cuanto esté en nuestra mano ofrecer, para mayor Gloria de los Dioses.

Que los Dioses guarden vuestros pasos a través de la Antigua Senda Ibera.
Que así sea.

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martes, 13 de septiembre de 2016

Equinoccio otoñal 2016



El 22 de Septiembre celebramos el Equinoccio de Otoño.


           
Los equinoccios son esos días del ius anual en el que día y noche tienen la misma duración. Marcan el paso de una estación a otra. Este cambio de estación se produce porque el Sol se sitúa en paralelo con el ecuador de la Tierra con dirección al hemisferio sur. Es lo que se conoce como equinoccio de otoño o equinoccio de
septiembre. La nueva posición adquirida por el Sol con respecto a la Tierra provoca que los rayos solares incidan en el globo terrestre de manera perpendicular y genere un día con las mismas horas de luz que de oscuridad. De hecho, la palabra equinoccio proviene del término latín «aequinoctium» que significa «noche igual». 


            A partir de aquí, nuestro Dios Bal (B) va perdiendo fuerza y calor, puesto que nos alejamos de él y además la pérdida de horas de su luz se hace patente a una media tres minutos diarios. El otoño es la transición hacia el invierno.


            Esta parte del ius lleva aparejada una serie de cambios en la naturaleza que son necesarios para mantener el equilibrio en la misma. La vegetación comienza a teñirse de tonos ocres y vemos como los árboles caducifolios pierden sus hojas. Muchos animales hibernan y la mayoría reducen al mínimo su actividad, otros aprovechan la última cosecha y los últimos frutos para abastecerse de alimento antes de los fríos invernales. Los humanos también nos vemos afectados por esta estación. Es la estación en la que más enfermamos debido a que nuestro sistema inmunológico se resiente ante el nuevo clima y propicia el contagio de enfermedades y virus como el resfriado o la fiebre común. Además, los humanos tendemos a deprimirnos con mayor facilidad. 


El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) produce unos cambios psicosomáticos en nuestro organismo según avanza el otoño. Mal humor, perdida de interés por las cosas, problemas de concentración, dificultad a la hora de dormir o, incluso, pérdida del apetito sexual son algunos de los indicadores de este trastorno. El TAE es más frecuente en países con menos horas de luz al día, por fortuna, vivimos en la Península Ibérica y nuestras horas de luz son muchísimas más que en el resto de Europa.


Las características de nuestro estío nos hacen llegar al otoño con elevadas temperaturas, además, el calor retenido en la tierra durante los meses de más estío en conjunción con las suaves temperaturas de las zonas costeras, hacen que nuestros otoños sean épocas idóneas para celebraciones al aire libre. De hecho, toda nuestra geografía se llena de verbenas y fiestas populares en la calle, como pasacalles, romerías y procesiones.


Cuenta nuestra mitología, en una de sus versiones, que nuestro Más Alto Dios, BAL (Bl), comienza a debilitarse hasta llegar a su Muerte y Resurrección en el solsticio de invierno (Advenimiento de BAL). Ataecina (aTeHna), su hija, va en pos de su padre y se sumerge en el inframundo, del que no saldrá hasta que Bl retorne con fuerza y vigor en el equinoccio de primavera. Esto sume a su madre (y nuestra) T maRr en una profunda tristeza que le hace entrar en su fase de Diosa del invierno (Diosa VTQn, también oracular y sanadora), deteniendo la fertilidad de los campos. Es el momento en el que el Dios Bokon (XGn) hace madurar los frutos de las vides para ofrecernos sus productos, que nos ayudaran a pasar el invierno. El Gran Dios Candamio (KnTMio)recorre las tierras de Iberia a lomos del Equino Sagrado, mostrando su temible poder.


            Para nosotros, los íberos, el otoño es época de festejar la abundancia de T maRr, la recogida de la cosecha de XGn y celebrar junto a la familia, amigos y comunidad. También es época de planificar en lo personal, tanto en nuestra vida cotidiana como en la espiritual. Hemos de prepararnos para el invierno, aprovechando el cambio estacional para reflexionar sobre cuestiones importantes, tomar decisiones que nos afectarán durante los próximos meses y planificar la consecución de nuestros objetivos. Es el momento adecuado para recolectar las semillas que plantaremos el próximo año y de cosechar las hierbas necesarias para los rituales de invierno, aceites, inciensos, etc. Obviamente, entrando ya en los meses regidos por la Diosa VTQn, también es momento para los oráculos y preocuparnos un poquito más de nuestra salud.



         W ar BS H iums ie rin uie


         DO AR  BAS GI    IUMS   IE      RIN     UIE



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