Ríos de tinta han corrido y correrán acerca del
significado y origen de esta celebración. Por nuestra parte, ya hablamos de
ello en una entrada de nuestro blog (artículo). Sin embargo, tras cada
celebración existe un simbolismo espiritual que, dependiendo de la zona de
Iberia, varía en algunos aspectos. Las tradiciones Celtas y Celtíberas son las
más ampliamente difundidas y por ello las más conocidas en el entorno del
paganismo de nuestra Península Ibérica, por ello, en esta ocasión explicaremos
someramente cual es el simbolismo de esta festividad en el ámbito de nuestras
tradiciones tartesio-íberas.
Bel (Vl), Bal (Bl),Lug (luFs) o Ba (B) son los nombres más difundidos entre nosotros para
denominar a nuestro Más Alto Dios en su faceta de Dios-Sol, Fuerza Fecunda que
irradia del Sagrado Astro, Luz que vence a la Oscuridad. También usamos otros
teónimos (por ejemplo Kandamios -KnTMios- o Baelisto -BelisW- ), aunque en menor medida, pero
seguimos siempre hablando del Joven Toro, del Dios que cruza los cielos sobre
un carro tirado por níveos equinos, portando en su mano el Sagrado Astro, para
alumbrar nuestras vidas.
El día
del solsticio de invierno, celebramos en nuestras tradiciones Tartesio-íberas
su Advenimiento, el momento en el que nuestro Más Alto Dios-Sol permanece
muerto durante tres días en el cielo, para renacer y comenzar a ganar terreno a
la oscuridad. Es el día más corto, se da la noche más larga, lo cual se celebra
en multitud de tradiciones y de muchas maneras, aunque el trasfondo divino
sigue siendo el mismo. La noche del Advenimiento, más allá de aquello
relacionado con las premisas más obvias a nivel astronómico y agrícola, está
repleta para nosotros de un simbolismo muy especial, siendo junto a la Llamada
a la Diosa T y al solsticio de verano una de
las festividades más importantes.
Es el
día más propicio para honrar a Vl haciendole llegar nuestras
plegarias, puesto que su representación física más patente se encuentra en su
momento más cercano a nuestro horizonte. Junto a él, el resto de las deidades
de nuestros Panteones se encuentran más atentas a las oraciones que emanan de
los fuegos de nuestros altares, de nuestras ofrendas. Hablamos de que el
Advenimiento es una Puerta a los Dioses, el mejor momento para ser iniciados en
sus Misterios y de consagrar nuestras herramientas rituales, de reflexión
interna sobre lo conseguido en los meses que ya han caído, un verdadero momento
de renacimiento espiritual. Acabamos de recoger en nuestros campos las últimas
cosechas, a Betatun (VTQn) damos gracias por ellas, y nos
disponemos a comenzar los preparativos para la siembra del año venidero.
Vl muere y renace en los cielos, enseñándonos el camino de
la Iluminación interior, ganando luz a la oscuridad como nosotros deberemos
hacerlo también. Renacer es morir, y morir es la inmovilidad del Eterno
Movimiento, de la Rueda Mágica que rige el mundo, el ius, que implica lo infinito dentro de un mundo finito, tanto
a nivel físico como espiritual.
El
Advenimiento recoge el pasado en el futuro, siendo el presente un momento fugaz
en el que debemos ser capaces de transformar nuestras costumbres pasadas en herramientas
del cambio para un mañana más cercano a los Dioses de Iberia. Ser escuchados
por los Dioses es más fácil durante los rituales del Advenimiento, puesto que
los Dioses están más cerca y son más receptivos a nuestras plegarias, Honor y
Gloria a Ellos. Es momento de ser escuchados, pero también de prepararnos para
escuchar, de distinguir las señales que los Dioses disponen para guiar nuestros
caminos a través de la Antigua Senda Ibera.
Es la
época donde el Gran luFs comienza a acrecentar su fuerza,
día a día, con esfuerzo y esperanza pues es sabedor que tras la Llamada a la
Diosa T los campos se tornarán verdes,
volverá la vida a inundar las tierras de Iberia y su luz lo llenará todo, al
igual que en nuestro interior. Del mismo modo debemos actuar los Creyentes,
comenzar a brillar con nuestra propia luz, despejando lo malo y ruín de
nuestras vidas de una manera activa y consciente, buscando la plenitud espiritual
en armonía con nuestros Dioses. Así, la persona Iniciada en los Misterios en
estas fechas convendrá con el momento más oportuno para ello, comenzando su
ciclo personal de renovación espiritual con el nuevo comienzo del ius y bajo la atenta mirada y regia mano de nuestros Dioses.
Tanto
profanos como Iniciados y Sacerdotes
emprendemos esta marcha anual por el ius en la
más larga de las noches, con el gélido aliento del invierno en nuestros
rostros, compungidos y recogidos, pero con la certeza de que aquello que
plantemos ahora en nuestros corazones dará sus frutos merced a la gracia de los
Dioses de Iberia.
A ellos
Honor y Gloria, no falten inciensos en los fuegos de nuestros altares ni
libaciones a la Gran Madre, que los Sagrados Fuegos de Bel iluminen el cielo.
AiTn:anaBiEr
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