Las páteras son objetos empleados en diversas litúrgias,
incluídas las nuestras, por diferentes culturas alrededor del Mediterraneo y en
tiempos muy diversos. Se trata de platos poco profundos que
Pátera de Minerva, del Tesoro de Hildesheim |
Entre las vajillas íberas y celtíberas que ha perdurado
hasta nuestros días hay algunos ejemplos destacables por tratarse de piezas de
exquisita orfebrería. Es el caso de las páteras de Otañes, Titulcia o
Santistéban. Fuera de nuestras fronteras también encontramos destacadas piezas,
como por ejemplo la de Renne, la de Parabiago
o la del tesoro de Hildesheim.
La Pátera de Otañes data de los siglos I a.n.e. al IV, por
lo que se trata de una pieza ya perteneciente a la Iberia bajo el dominio
romano. Fue encontrada por don Antonio María de Otañes, en el municipio
cántabro del mismo nombre, allá por los últimos años del
Pátera de Otañes |
La Pátera de Titulcia, también llamada la Medusa de
Titulcia, es una obra carpetana de plata y oro que representa en su parte
central un animal de rasgos felinos, pero con el cabello de serpientes. De ahí
el
Pátera de Titulcia |
La más conocida de las páteras de nuestra península sea sin
duda la de Santistéban, por su rica ornamentación. Es la que usamos como enseña
en nuestra organización religiosa, por tratarse de una pieza que combina
claramente religiosidad, mitología y cultura íbera, aunque bien se podían haber
usado cualquiera de las otras. También
Pátera de Santisteban |
Sea cual sea su origen, queda clara la importancia que
tienen las páteras como utensilios litúrgicos a la hora de llevar a cabo
rituales íberos. La libación es una parte importante de nuestras litúrgias,
tanto, que nuestros antepasados dedicaron ingentes horas de trabajo e
imaginación para crear obras dignas de su uso en los rituales que dedicamos a
nuestros Dioses.
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