Tras el siempre duro invierno, la
anhelada primavera.
Dos lunas han pasado ya desde que
celebramos el inicio de nuestro calendario litúrgico íbero. La Gran
Madre empieza a despertar su Inconmensurable Fertilidad. Comienza
con el equinoccio de primavera la estación que trae el verde a
nuestros campos, que adorna los árboles de verde y flor, que llena
el bosque de nuevas generaciones de animales.
Los Equinoccios son esos momentos
astronómicos en los que las personas podemos apreciar con mayor
claridad el equilibrio en el que los Dioses mantienen el mundo. Para
conseguirlo conjugan tiempos, climas, amplios procesos naturales que
forman parte del ius. Las partes
forman el todo y nosotros somos una de esas partes. Como tal debemos
comportarnos.
En casi todas las religiones es tiempo
de alegría, se celebra que las Diosas inundan el mundo con su
fertilidad, en la nuestra también es una celebración especial por
tratarse de la primera ceremonia solar del año. Como ceremonia
solar, este ritual está especialmente dirigido a nuestros Dioses
Solares, en función del panteón específico del creyente. Tanto si
honramos a Bal (Vl), como a
Candamio, Belenos o a cualquier otro de nuestros Dioses Astro, no
podemos excluir de la celebración a la Gran Madre, así como a
nuestros Dioses protectores de bosques y campos. En general, es una
ceremonia con un fuerte arraigo agrícola.
En este momento del ciclo anual vemos
como la Sagrada Unión de Nuestros Más Altos Dioses llena los campos
de vida. La Diosa Tierra, fecundada por el ardor de Bel, comienza a
renovar las vidas de
su Creación. El Alegre Dios Pan reta a los
pájaros en el bosque tocando su flauta, reto que estos aceptan
siempre gustosos, regalándonos sus cantos. Silvano nos endulza la
mañana con el suave aroma de las flores en sus campos y la promesa
de velar por nuestras recién estrenadas siembras.
Celebramos la vuelta del Reino del Sol,
flamante en su carro de oro, que cruza el cielo a lomos de los
Sagrados Equinos, Justo, Ecuánime, Señor del Fuego Astral que
enciende nuestra llama interior.
Celebramos la Inconmensurable
Fecundidad de la Gran Madre T,
Esencia de Toda Simiente, Portadora de vida, Alegre y Justa Diosa.
Celebramos, por Gracia del Dios Silvano, el reverdecer de las
dehesas, que dará alimento al recién nacido ganado, los tiernos
brotes en nuestros campos que auguran una buena cosecha para los
hijos de Iberia. Celebramos junto al Alegre Dios Pan la vuelta de la
vida al bosque, que las Anjanas vuelven a cantar a la orilla de los
arroyos y que los rebaños tornan a pastar. Celebramos pues, la
alegría de ser íberos en Iberia.
A nivel ceremonial, los rituales
solares son siempre para nosotros ocasiones para festejar en compañía
de familiares, amigos o Hermanos del Culto. No estará de más en
esta celebración salir de las ciudades y rendir culto a los Dioses
de Iberia en medio de la Sagrada Naturaleza. Si no es posible, en la
quietud de nuestros hogares también podemos disponer nuestros
altares domésticos para la ocasión.
Como en otras ocasiones, los Sacerdotes
de Culto Ibero os queremos facilitar la labor de mostrar vuestra
veneración y respeto a los Dioses con una guía para la ocasión. Y
también como en otras ocasiones, recordaros que se trata simplemente
de una guía, un texto que podéis modificar a vuestro antojo y
amoldarlo a vuestras experiencias personales. Es obvio, pero nos
gusta recordar que solo somos servidores de los Dioses, puestos a
vuestra disposición y que bajo el nombre de Culto Ibero se dan
multitud de tradiciones singulares, todas diferentes y personales,
pero con un solo corazón: Honrar a los Dioses de Iberia.
Los textos en cursiva son a modo de
ejemplo.
Ceremonia de la Sagrada Teogámia.
Preparación:
El mismo día de la celebración (día
19 si celebras el ritual por la noche o día 20 si lo haces de día) recoje del campo flores y hierbas aromáticas. Prepara tu altar
con un quemador lo suficientemente grande como para albergar una
pequeña hoguera (dentro de las posibilidades de tu hogar). Añade a
tu altar referencias a la primavera, a la Gran Madre T,
a Vl y, si quieres, a Bn
(Pan) y SilBno. (Silvano)
.Recuerda tener preparadas algunas semillas.
Ritual:
- Invocación.
- Invocación a los Sagrados Elementos: Comienza invocando a los Elementos y dándoles gracias por asistirte en el ritual.
Sagrados Elementos, Portadores de la
Gracia de los Dioses de Iberia. A vosotros os invoco con humildad, y
ruego vuestra Sacra presencia en este ritual. Acudid, Divinas
Fuerzas, y ayudad a este digno/a hijo/a de Iberia a honrar a nuestros
Dioses.
A continuación,
encendemos el Fuego del Altar.
- Invocación general a los Dioses de Iberia, en su conjunto.
¡Oh! Venerable, Grandioso Toro,
Eterno Ser que eres inicio y fin, la Nada que Todo lo crea. Aquél a
quien veneramos como Generador del Universo, Principio Rector de los
Dioses de Iberia. Te invoco en este día suplicando tu atención.
A los Dioses de Iberia invoco en
este día, que sus miradas caigan sobre mí y que atestigüen mi gran
devoción. Suplico a los Dioses tengan a bien asistirme en esta
ceremonia, pues suyas son mis oraciones y para ellos mis ofrendas.
¡Oh, Divinos seres! Vosotros que reináis sobre nuestra tierra,
permitidme vuestra presencia, que yo sabré agradeceros.
- Invocación a los Dioses a los que se dirije este ritual.
A tí Joven Toro, Noble Hijo que
eres nuestro Más Alto Dios, que reinas sobre los Dioses con justa
mano y aterrador trueno, que recorres el cielo cabalgando sobre las
nubes. Vl,
Venerando, Justo, Celeste, Cordero, Flamígero y Multiforme, a ti te
suplico me prestes atención en este tu día.
Gran Madre,
Esencia de Toda Simiente, Fecunda, Legisladora, Amantísima, la de
Amplio Pecho que vierte su amor sobre todo ser vivo. T
mater, tú que proteges a tus hijos, que mantienes encendido el fuego
del hogar, Matrona de los Dioses que procuras buenos partos a tus
hijas, Protectora de las madres de Iberia y de nuestros hijos recién
nacidos. Santa Madre T,
te invoco en este ritual para que conozcas mi devoción.
- Oración.
- Oración a Vl.
Gran Vl,
Padre de los Dioses, Hijo de os
que Es y Será. Rector de los Cielos que diriges el ius
desde lo más
alto de los Pirin, que ciegas el ánimo con el resplandor el
relámpago y estremeces nuestros corazones con el trueno, que
cabalgas sobre un mar de oscuras nubes a lomos del Equino Sagrado.
Tú, Rey, que hielas los campos como las almas impías, que implantas
la noche a tu paso y nos regalas la luz de un nuevo día. Joven y
vigoroso Toro que con tu fuerza aras la tierra y nos enseñas el
camino de la rectitud y la brillantez, que siembras el temor en el
corazón de los impíos y el respeto en el de tus hijos.
Bienaventurado
y Flamígero Dios de Iberia, con mil nombres llamado, con un solo
corazón amado. Caiga sobre nosotros tu calor renovado este día, tu
bendición en forma de llama ardiente se apodere de nuestro ánimo y
nos permita ser Dignos Hijos de Iberia.
- Oración a T .
¡Oh Diosa
Fecunda!, diosa madre de todo, madre industriosa, celestial,
respetable, deidad muy
fecunda, señora, que todo lo domas,
indomable, gobernante, toda resplandeciente, señora de todo, para
todos la más alta, incorruptible, primigenia, célebre desde
antiguo, gloriosa, nocturna, muy experimentada, portadora de
resplandor, difícil de contener, que haces girar con tus talones la
silenciosa planta de tus pies, pura, ordenadora de los dioses y final
sin fin, común a todos y única no dada en común, amable, creadora
de alegría, grandísima, de bellas flores, entrelazamiento, amiga,
mezclada de muchas cosas, conocedora, guía, que llevas a
cumplimiento, portadora de vida, doncella que todo nutres,
autosuficiente, justicia, persuasión de muchos nombres de las
Gracias, etérea, protectora ctonia y marina, amarga para los malos,
dulce para quienes te obedecen, toda sabia, dadora de todo,
cuidadora, reina absoluta, que aumentas el crecimiento, pingüe y
liberadora de cuanto llega a madurar. (extraído de los Himnos
Orficos)
A tí te
ofrezco mis oraciones en este tu día, en tu Sagrada Unión con Vl,
Rey de los Dioses de Iberia.
A nuestros Más
Altos Dioses dedico mis oraciones en el día de su Unión, Sagrado
Matrimonio que eterniza la Gloria de nuestros Dioses, la Grandiosidad
de nuestra Iberia. Rindo honores a mis Dioses, humilde, devoto/a,
sabedor/a de vuestra Divinidad y ante vosotros juro permanecer con el
alma inmaculada para ser digno Creyente.
- Ofrendas.
- Ofrenda de fuego: Con el Fuego del Altar encendemos nuestra pequeña hoguera.
He
aquí el Fuego Sagrado de mi Altar, que sirva de inicio a este
ofrecimiento, que en este dichoso día Vlenos
reciba nuestro calor, pues con su don vierte el resto del año el
suyo sobre nosotros. Dios Vlenos,
Igneo
y sofocante, que purificas nuestro interior y nos ofreces tus dones,
recibe de tu hijo esta ofrenda de fuego.
- Ofrendas de aromáticas. Añadimos al fuego las hierbas aromáticas.
Vlenos,
Dios
del fuego astral, sea tu luz mi guía, tu calor mi espíritu, tu
nobleza mi estandarte. A tí, Gran Hijo, Cordero, Rey y Padre de
Dioses, te ofrezco humildemente el aroma de la Madre.
- Ofrenda floral: Añadimos al fuego las flores.
Sea
conmigo tu Divina Luz, Gran Padre, que mis lamentos encuentren tu
ardoroso pecho y desaparezca toda aflicción de mí. Acepta esta
oblación, pues son los frutos del Amor Sagrado, de la Sacra Unión
que hoy festejamos.
- Libación: Ofrecemos una libación (agua) a la Gran Madre.
Purificadora,
Nutricia, Amantísima Diosa, en tu seno deposito mi ofrenda de clara
agua. El propio Airón es testigo de su pureza, pues de tu vientre
nace y a tu vientre retorna. Sagrada Teogámia festejo hoy, tu
Inconmensurable Fecundidad se une al Calor de Vl,
de vosotros nacerá la primavera esta noche. Sea vuestra unión
ejemplo para nosotros vuestros hijos, que en la oscuridad del
invierno, infatigables, seguimos la Antigua Senda Ibera sabedores de
la llegada de este día. Que nuestra fe se alimente de vuestro Sacro
Amor como estas simientes (alzad las semillas en vuestras manos).
- Cierre del ritual.
Dioses de
Iberia, Noble Rey del Cielo, Señora del mar, de la tierra y de todas
las criaturas, aceptad mis sencillos obsequios, pues son nacidos de
mi fe. Que en este glorioso día la Corte Celestial celebre la
Sagrada Unión de nuestros Más Altos Dioses, que las ascuas de mi
Altar traigan al Dios del Fuego, que las pequeñas flores lleguen
hasta la última cumbre convertidas en humo y que el agua cristalina
recorra las profundidades hasta hallar a la Madre.
Que así sea.
Aidan AnaBaitir
aiTn
anaBiEr
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cualquier persona es libre de comentar. Si los comentarios son ofensivos o inadecuados, serán eliminados por los administradores.
Gracias por participar.